Este proceso que culminó con la habilitación, demandó alrededor de 2 años, relacionados no solo con la etapa constructiva del espacio, adecuada a la normativa de la ASSAL, si no también, con las gestiones pertinentes ante dicho organismo provincial, las que incluyeron varías auditorias.
La cocina comunitaria, si bien nace como parte del proyecto del SUM, es el Plan Operativo de Acción (POA) del Ministerio de Desarrollo de la Economía Social de la Provincia, quien le da un marco de acción, definiéndole como un espacio de producción colectiva para emprendedores de la Economía Social, es así como, a través de este Programa se gestionaron los fondos, que acompañado de recursos propios, han permitido cerrar la etapa constructiva y avanzar hoy con el equipamiento, ofreciendo a nuestros emprendedores alimenticios, una oportunidad más de fortalecimiento de su proyecto productivo.
La cocina comunitaria viene funcionando desde el segundo semestre del 2018, como un espacio de formación, por donde han pasado casi un centenar de personas, entre emprendedores y vecinos, participando de las diferentes capacitaciones que allí se han brindado gratuitamente desde su inauguración.
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