El día 19 de noviembre se estableció a nivel internacional como un día de lucha que busca visibilizar una realidad que afecta cotidianamente a nuestras infancias y adolescencias. Se instituyó en el año 2000, por la fundación de la Cumbre Mundial de la Mujer, a través de la ONU.

Las modalidades de abuso sexual se pueden dar dentro y fuera del ámbito familiar. Lo mismo sucede con la explotación sexual, la pornografía infantil y el Grooming. Los datos son escalofriantes. Hoy solo vamos a dar uno: el 75% de los abusadores suele ser un familiar directo o una persona de confianza del círculo familiar.

Las consecuencias, perduran en el tiempo, afectando el desarrollo y las etapas futuras de la vida.

El trabajo de prevención y concientización, debe ser difundido y abordado en sintonía con la Convención de los Derechos del Niño. Es de suma importancia trabajar, entre los distintos organismos nacionales, provinciales, locales y de la sociedad, en la detección temprana de este tipo de situaciones y así poder efectivizar su protección, respetando y confiando en la palabra de nuestras infancias y adolescencias, así como también en las de profesionales de las áreas comprometidas. También destacamos en este contexto la importancia de la Educación Sexual Integral en todos los espacios.

Prevengamos el abuso. Trabajemos juntxs.