Ángel Federico Robledo: fue un dirigente del justicialismo que ocupó varios puestos de primera línea durante el gobierno peronista de 1973 a 1976.

Nació en Bustinza, Santa Fe el 18 de julio de 1917, se recibió de abogado en la Universidad Nacional del Litoral y desde muy joven militó en la política local. Fue profesor de enseñanza secundaria en varios colegios de nuestra provincia, jefe de policía del departamento de Iriondo y diputado provincial.

En 1949 fue convencional constituyente por el peronismo en la reforma a la constitución. Un año después de la caída de Juan Domingo Perón, en 1955, Robledo integró un triunvirato dentro del movimiento político para reorganizarlo y mantenerlo unido en torno del líder que lo dirigía desde el exterior.

Ya en los convulsionados años 70, tras el triunfo electoral de Héctor J. Cámpora, fue un dirigente al servicio de la estructura vertical del movimiento peronista, aunque por ética y temperamento no le agradara esa posición.

Fue ministro de Defensa entre mayo de 1973 y agosto de 1974. Tras la muerte del presidente Perón, cuando José López Rega se convirtió en el hombre fuerte del gobierno, Robledo, que lo había hostilizado desde el principio, entró en un cono de sombras. Entonces fue designado embajador en México, donde estuvo diez meses, y luego en Brasil, donde sólo pasó dos días, pues fue convocado para asumir la Cancillería, luego de que, por las presiones políticas y militares, López Rega debiera dejar el gobierno y abandonara el país.

En septiembre de 1975, a instancias del presidente provisional del Senado, Italo Luder, Robledo asumió como ministro del Interior.

Durante la presidencia de Raúl Alfonsín, Robledo fue asesor ad honórem del Gobierno, además de miembro del Consejo Nacional de Consolidación de la Democracia, hecho que da cuenta de su clara vocación de diálogo y de la aceptación de su figura por los sectores democráticos del país.

Gracias a los reiterados pedidos de pavimentación de la ruta 91 que se hacían desde la comuna de Bustinza logran hacerse eco en A. F. Robledo quien desde su posición política logra presionar para lograr tan anhelado sueño bustincero que se plasma en 1974.